Los muebles de piel ofrecen la sensación de suavidad natural de “la piel sobre piel”, ya que es de origen natural, la piel contiene poros y transpira, abriga en el invierno y es fresca en el verano. La piel se acomoda a una forma y aunque se estire, no pierde su estructura básica. Se amolda al cuerpo y se hace más confortable con el uso.
La piel tiene sus propias marcas que la caracterizan, las cuales convierten a su mueble inigualable en su tipo, es decir, su belleza es única. Las características físicas de cada piel son un sello que denota su autenticidad haciendo de su sala una pieza única e irrepetible. La piel de calidad emite un aroma fresco y limpio, que solo la piel genuina posee. La piel es de fácil cuidado y mantenimiento.
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